LISTADO GENERAL DE LOS MENÚS: |
Temas muy especiales que tienen que ver con este tercer Imperio |
El cometido de estas páginas es lograr se adelanten el estudio y exploración de los territorios denunciados y se divulguen los hallazgos que se causaren dentro de ellos.
Se esclarezca la ubicación de nuestro Imperio y de las tribus que lo conformaron, para que reparen nuestras academias los errores cometidos que son funestos, para la arqueología presente y futura del Perú, Ecuador, Brasil, Venezuela y Colombia.
La difusión de este sitio logrará sacar adelante las verdades expuestas.
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Gilda Mora. |
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Panorámica de Boyacá tomada de camaralucida.com .
EL PRICIPIO, MUY ATRÁS EN EL TIEMPO.
Fray Pedro Simón página 410 tomo 3 ........Entre las mismas neblinas que los demás de estas tierras andaban los Tunja acerca de sus primeros principios, pues los ponen en decir que cuando amaneció, ya había cielos y la tierra y todo lo demás de ellos y de ella, fuera del sol y al luna. y que así todo estaba en oscuridades, en las cuales no había mas personas que el cacique de Sogamoso y el de Ramiriquí o Tunja...
Estos dos caciques dicen que hicieron todas las personas: a los hombres de tierra amarilla, y a las mujeres de una yerba alta que tiene el tronco hueco. Estaba todavía la tierra en tinieblas, y para darles luz mandó el cacique de Sogamoso al Ramiriquí que era su sobrino, se subiese al cielo y alumbrase al mundo hecho sol como lo hizo. pero viendo no era bastante para alumbrar la noche, subiose el mismo Sogamoso al cielo e hízose luna, con que quedó la noche clara y los indios obligados a adorar a entrambos, como lo hacían con otros muchos ídolos, que según su imaginación y persuasión del demonio levantaban cada día
Esto, según su cuenta, sucedió por el mes de diciembre. Y así en recuerdo y memoria de este suceso, hacían los indios de esta provincia, en especial los sogamosos, en este mes una fiesta que llamaban huan....
Después de subidos los dos caciques al cielo y convertidos en lo que hemos dicho, el primero que dicen hubo en Tunja y Ramiriquí se llamaba Hunzahua, que permaneció siempre puesto a la provincia, .. Este Hunzahua, se enamoró de una hermana que tenía de buen parecer, y no pudiendo conseguir sus sensuales intentos por la vigilancia con que la guardaba su madre, dio traza de hacer viaje a la provincia de los chipataes, a comprar algodón de que aquella provincia a sido abundantísima, con intentos de que lo acompañara su hermana para cumplir con ella los que traía su afición. Como sucedió, pues dándole licencia la madre para que fuera con él, a pocos días de como volvieron, echó de ver la madre el mal recado, viéndola que le crecía el vientre y pechos. Con que encendida en cólera, cuando lo adivino, tomo la ana, que es el palo conque se menea la chicha cuando se quiere y arremetiendo a la moza para darle con el, para ampararse del golpe, se puso detrás de la gacha donde se hacia, que no le fue de poco provecho pues le descargo sobre ella la ira de la madre, quedando la masa y la chicha derramada y la gacha quebrada. En memoria de lo cual se abrió la tierra y recibiendo la chicha, quedó hecho un pozo de ella, aunque convertida en agua que ahora llaman el pozo de Donato.
Corriese el Hunzahua tanto que hubiese su madre acometido delante de él a su hermana con tantos bríos, que con enfado dejó su casa y subiéndose a la loma que estaba sobre el pueblo y ahora sobre la ciudad a la parte del oeste,echo mil maldiciones a aquel valle, con lo que quedo estéril y de tan mal país como ahora lo es, pues es uno de los malos que hay en Indias: desabrido por los muchos vientos fuertes que lo combaten, esterilísima la tierra y desacomodada en todo para la vida humana. Llamo desde allí a su hermana con una tata, que es trompeta de palo, la cual tuvo por mejor dejar a su madre y casa por huir de su cólera, que estar sujeta a mil desgracias que le podía suceder con ella. Y así viniéndose con su hermano, determinaron ambos dejar del todo aquella tierra, y no sabiendo por donde mejor guiarse, arrojó el cacique una tiradera al aire, y ella, rechinando y sonando con un cascabel que llevaba, los fue guiando hasta Susa, de lanchero donde le dieron a la señora los dolores del parto. Y pariendo un niño y no atreviéndose a llevarlo, lo dejaron convertido en piedra en una cueva, donde hoy dicen está. Y libres ya de esto, pasaron adelante con la misma guía de flecha y llegando por estas tierras del Bogotá, cerca del pueblo de Ciénaga por bajo del salto de Tequendama, al pasar el río les pareció ser mucho cansancio y camino que traían, y que hallándose en tierra ajena, habían de ser mayores, determinaron convertirse en dos piedras, que hoy están en la mitad del río. De este cacique y hecho que cuentan con su hermana, dicen tomaron atrevimiento para andar ellos con las suyas y casarse con ellas como lo hacían...
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Panorámica de Iguaque.
EL PRINCIPIO DEL SOGAMOSO REGENTE RELIGIOSO DE LA SABANA.
Simón página 411 tomo 3 ....No es menor la noticia que tienen los de esta provincia en especial los sogamosos, de este predicador qué dijimos había pasado por estas tierras, que la que tuvieron los bogotáes. Y así dicen que en tiempo de un cacique de aquel valle llamado Nompanen, habrá cuatro edades que las nombran por este vocablo Bxgonoa, vino un hombre del mismo talle y vestido que le pintamos tratando de él en estas tierras del Bogotá, que les predicó y enseño muchas cosas buenas, de que aun han quedado algunos rastros.
Son tan ciegos que casi no se conocen. Traía en la cabeza y brazos hecha la señal de la cruz, y en la mixtura rematada una macana que traía por bordón en la mano. Llamábanle con tres nombres: el uno Sadigua soñado, que quiere decir nuestro pariente y padre, Sugumonxe santo, que se hace invisible y Sugunsua, que quiere decir hombre que desaparece.
Al primer pueblo que llegó en este valle fue al de Ganza en un sitio que llaman Toyú, donde estuvo tres días en una cueva. En los cuales le fueron a visitar el cacique de Ganza, que ahora se dice Gámeza, el de Bubanza, Socha, Tasco, Topaga, Monguí, Tutasá, Mongua, Pesca, Yaconí, Bombaza, Tota, Guaquira, Sátiva, todos por el orden dicho. y como fueron llegando, fueron ganando la antigüedad y grandeza que hoy tienen y conservan, entre ellos por la de Sogamoso superior a las dichas, no salió de su casa a verlo hasta que él entro más dentro del valle y llego a un puesto que llaman Otga, a donde salió el cacique Nompanen con toda su gente, y hablándoles con grande acatamiento el predicador comenzó su oficio y darles a entender que había un Dios en el cielo que premiaba a los buenos y tenía en el infierno castigo para los malos....
Proponiendo con veras el cacique Sogamoso, Nompanen, guardar y hacer que sus vasallos guardasen las cosas que el predicador amonestaba, le pidió consejo para las penas con que obligaría a su gente para la guarda de estos mandamientos. a quien respondió el predicador se habían de guardar voluntariamente y con buen Corazón no con rigores de este mundo, pues en el otro estaban aparejados premios y penas para los que guardasen o quebrantasen. Enseñóles también a hilar algodón y tejer mantas y otras cosas de vida política, como a los de Bogotá en el tiempo que estuvo con ellos, que no fue poco. Después del cual llego al pueblo de Iza y habiéndoles predicado y enseñado lo mismo, desde allí se desapareció, que nunca mas lo vieron, dejando allí en una piedra estampado un pie de los suyos, en que tienen hoy tanta devoción los indios e indias preñadas, que van a raspar de aquella piedra y la beben en agua para tener buen parto.
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Panorámica de Sogamoso, imagen de camaralucida.com
...Luego que se desapareció el predicador, pasó el Nompanen muy adelante en sus intentos de la observancia de lo que le había enseñado, tomándolo con tantas veras, que conociendo su gente no lo había de guardar sin penas, las puso a quien quebrantase lo que les había amonestado, estableciendo por ley que a quien cogiesen en mentira, hurto, matase o quitase la mujer ajena, al que matase, muriese, y en lo demás por la primera vez, fuese castigado con azotes, por la segunda, con infamia, por la tercera, él y toda su parentela. Lo cual se guarda tan inviolablemente, que dicen ahora aquellos indios haber aprendido de los españoles a mentir y hurtar, porque hasta entonces no sabían qué cosa era esto, en que han salido bien enseñados
Heredó el estado por muerte de este cacique una hermana suya llamada Bumanguay, que le heredó también el celo en la observancia de estas leyes, pues las hizo guardar hasta que enamorándose de un indio de Firavitova con quién se caso y dejo en su lugar cuando murió, se fue cayendo este rigor y observancia por haber establecido este cacique la pena que tenía puesta acerca de ella el Nompanen se conmutase en oro y mantas, con qué juntó mucho de éste a costa de las buenas costumbres que hasta allí se habían guardado.
Relación sobre el sur de la sabana, sujeta a Sogamoso en la parte espiritual.
....La afición con que quedaron a este predicador los naturales de estas tierras del bogota, les hizo acudir a él cuando estaba en las del Sogamoso, a pedirle remedio en una gran necesidad que sobrevino del agua, la cual se remedio a tiempo que pudieron decir los bogotas había tenido el remedio por la mano del predicador, con que cobró entre ellos mayor reputación, y el cacique de Sogamoso mayor brío, en lo que intento luego que se desapareció de su pueblo y valle (de Yraca), pues dio en publicar le había dejado cuando se partió por heredero de toda su santidad, y que así tenia la misma facultad para hacer llover cuando quisiere como el otro lo hacía, enviar heladas, escarchas, fríos calores, secas, enfermedades, como él quisiere......
Para conservar esta opinión usaba a veces de mil embustes y embelesos, pues fingiendo que se enojaba con la gente de las provincias, les hacia grandes fieros y amenazas de muertes, pestilencias y otras plagas, y subiéndose a un monte que para esto tenía señalado, con algunos nobles que le seguían cuando quería dar a entender que había de venir enfermedad de cámaras de sangre, se vestía de mantas coloradas y tomando bija o almagre molido, lo esparcía por el aire. Otras veces cuando amenazaba otras pestes, se subía al mismo sitio vestido de mantas viejas, y rascándose el cuerpo, lo que sacaba entre las uñas esparcía por los vientos, como que daba potestad con aquellos a que la enfermedad cayese sobre todos en el mismo lugar. Se vestía otras veces de blanco, y esparciendo ceniza por el aire daba a entender había ser aquello causa de secas y hielos, con que se habían de destruir las raíces y las demás comidas. Daba más fuerza a estos embaucamientos, mostrándose melancólico y desabrido muchas veces a los que le venían a hablar, pero con quien mayor la daba era el demonio, pues permitiéndolo Dios por sus pecados e idolatrías de los indios, algunas veces sucedía lo que amenazaba el cacique, alterando por ventura o inficionando el demonio el aire, que hasta en esto bien tiene poder con permisión divina, con que venían enfermedades y demás plagas, y sobre los indios reverencia y temores a estos castigos; aunque no falta quien diga haber tenido esto principio en un cacique de buen entendimiento y discurso, que habiendo con él gastado muchos días en las oscuridades del sol, luna, estrellas y nubes, aves y animales, vino por experiencia y conjeturas a sacar estos sucesos antes que vinieran,como lo hace la buena y acertada astrología, o por ventura por ser el cacique Iducansas, en quien dicen comenzó este grande hechicero, y por pactos que tenía con el demonio, con quien de ordinario hablaba, vino a alcanzar estas revoluciones y mudanza de tiempos como de un maestro que alcanza esto y mucho más en filosofía.
Esta estimación que por esta razón hacia toda la tierra del Sogamoso, fue causa que la hiciese muy grande en la sucesión de este cacicazgo. y así, aunque antes que se introdujera esta fama lo heredaban los sobrinos como en los demás pueblos, después se vino a introducir fuese la sucesión por elecciones hechas una vez del pueblo de Tobasa y otra del de Firavitova alternativamente, y de ninguna manera pudiese ser de otros pueblos, ni de uno de estos dos caciques consecutivos, ni lo consentían los cuatro electores, que eran los caciques Bubanza, Gámeza, Toca y Pesca, y en caso de discordia entraba el voto de Tundama o Duitama.
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Laguna de Tota, imagen de camaralucida.com.
LOS ULTIMOS CACIQUES SOGAMOSO
Simón página 419 tomo 3 ....Por conservar esta costumbre hubo una revuelta en todo el valle pocos años antes que entraran en él los españoles, habiendo querido, con favor de tres valientes hermanos suyos, un caballero de Firavitova introducirse en este cacicazgo, no siendo la vez de la elección de aquel pueblo, por haber sido el antecesor, sino de Tobasa. Era este valeroso mozo bermejo y de barba larga, dos cosas bien peregrinas para estas tierras. Viendo los tobasias que lo era también el hecho y de atrevimiento nunca oído fueron con la queja a los lectores, que determinaron luego con fuerza de guerra desposeer al bermejo del estado, no solo porque había quebrantado las leyes de la sucesión sino también porque había hecho justicia públicamente del Gámeza, por haberle negado el voto y voluntad que le pedía para ser electo como los demás. Juntaron los electores sus gentes y armas, a que acudió bien el Tundama con la suya, y juntos embistieron con el bermejo y los que le seguían en Sogamoso....
Sosegáronse con esta muerte los alborotos, y volviéndose a reducir las elecciones a su camino antiguo, la hicieron de uno de Tobasa, de donde había de ser por las suertes alternativas llamado Nompasum, que quiere decir vasija de León en aquella lengua. Por cuya muerte sucedió el Suamos, que es lo mismo que el encubierto, aunque no lo fue mucho a los españoles, que fácilmente dieron con él luego que entraron en esta provincia de Tunja, como dejamos dicho, y que éste era a quien hallaron los españoles y después bautizaron llamándolo don Alonso..
El ÚLTIMO RAMIRIQUÍ Y El PRIMER TUNJA.
Ya llegados los españoles a la costa de Cartagena.
Luego que el predicador se ausento de la provincia de Tunja y Sogamoso, comenzó el demonio a dar contrarias doctrinas. Y entre ellas quiso deshacer lo que el otro les había predicado acerca de la Encarnación, diciéndoles que aun no estaba hecha, pero que la había de hacer el sol, tomando carne humana en una doncella de las del pueblo de Guachetá, y que había de parir lo que concibiera de los rayos del sol, quedando virgen. Sonó por la provincia esta nueva, y teniendo dos hijas doncellas el cacique del pueblo dicho, deseosas ambas de que sucediese en ellas el milagro, todos los días a la alborada se salían del cercado y casa de sus padres, y subiéndose a un cerro de los muchos que tiene el pueblo a la parte de salir el sol, se recostaban de manera que les pudiese herir con los primeros rayos. Y continuando esto por algunos días, fue disponiendo el demonio, por permisión divina cuyos juicios son incomprensibles,las cosas para salir con sus intentos, de manera que en pocos días que las doncellas hicieran esto, la una fue apareciendo como preñada, que ella decía del sol, y al cabo de los nueve meses parió una guacata, que es en su lengua una piedra de esmeralda grande y rica.
Tómala la mujer y envolviéndola en unos algodones, púsosela entre los pechos, donde la trajo algunos días y al fin de ellos se halló convertida en una criatura, por orden todo del demonio. A éste llamaron Goranchacha y lo criaron en la misma casa del cacique, con titulo de hijo del sol, hasta que ya fue de más de veinticuatro años, cuando ya por toda la provincia se sabia de su nacimiento y crianza, y lo tenían por hijo de él. Parecióle al mozo que se estimaba por hijo de tal padre, no estar ya en una aldea como era Guachetá, sino irse a la corte de Ramiriquí y verlo a él y sus grandezas de él .Y poniendo en efecto sus intentos y camino ya la ultima jornada de él, sabiendo de su venida, el Ramiriquí (¿nombrado a raíz de la muerte de Michua?) le salió a recibirlo, hospedó y regaló en su casa por algunos días como a hijo del sol. Dióle después gana de verse con el Sogamoso, por la fama que este divulgaba del que era, como acá decimos ir a Roma y al Sumo Pontífice. A quien recibió el Sogamoso con grande aplauso, como a hijo de tal padre, e hizo grandes fiestas y presentes, a que no faltó retorno de parte de Goranchacha de los que le había hecho el Ramiriquí.
Estúvose allí algunos días entreteniéndose en regocijos y fiestas de Baco, y tratando de volver a la corte, encontró en el camino cerca de las peñas de Paipa, un indio de los que él había traído y dejado en Ramiriquí, que le contó como el cacique había ahorcado a un muchacho que servia de paje al gran Chacha y lo había dejado en la corte cuando fue a Sogamoso. Encendióle en cólera la nueva, de manera que entrando en Ramiriquí con ella, mato al cacique y se hizo obedecer por señor de toda la provincia, sin que en esto hallara mucha dificultad, por lo mucho que estimaban todos su persona y ser hijo de su padre, a quien ellos adoraban por dios. Vínose luego a Tunja desde Ramiriquí, donde sentó su casa y corte, señalando los criados que le parecieron más a propósito, y entre ellos al pregonero que era un indio con una gran cola, que ninguno supo de donde vino, pero, pero era el más estimado de todo los criados que tenía, no solo por ser ambos de una patria y cavernas infernales, sino porque este oficio de pregonero ha sido siempre tan estimado entre los moscas, que los que lo ejercitaban eran la segunda persona del pueblo en sangre, nobleza y estimación de todos.
Comenzó a gobernar este gran Chacha con tanto señorío y crueldad para con sus vasallos, que no solo no se dejaba hablar de todos ni mirar la cara, porque esa era común costumbre de todos los caciques, pero aun habían de estar delante de él postrados y el rostro pegado al suelo y así le hablaban los pocos que él daba licencia. El rigor que tenía en los castigos aun por cosas leves, era tal, que no se atrevían a quebrantar sus mandamientos, aunque fuese con riesgo de la vida. Los azotes que mandaba dar eran tan crueles, que haciéndolos cargar primero sobre las carnes de pencas de tuna, sobre ellas los azotaban fuertemente o apaleaban. Puso veras en que se guardaran algunos de los mandamientos de la ley de Dios, como no hurtar ni mentir, ni quitar la mujer ajena, para con estas verdades introducir sus mentiras, como fue mandar que hiciesen veneración a muchos dioses, pudiesen tener logros y que le acudiesen con insufribles tributos de manera que aun hasta los animales grandes y pequeños, dicen los indios, por encarecimiento les hacia que se los pagasen, intentando con esto hacerse poderoso en riquezas para hacerse temer más con ellas. Y a quien faltaba en algo de esto, tenía cierto de morir empalado o ahorcado en el cerro que hemos dicho está sobre el pueblo, a quien los españoles llamaron de la Horca, por los muchos que hallaron allí puestos en los patíbulos.
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Cerca de las postreras casas del pueblo, a la parte del norte, donde ahora llaman las cuadras de Porras, hizo edificar un templo a su padre el sol, donde lo hacia venerar con frecuentes sacrificios, y él hacia sus estaciones en ciertos días del año con tanta prosopopeya y majestad, que juntándose todos los indios y puestos como en procesión para acompañarle, y tendiéndole por el suelo en todo el camino mantas finas y pintadas, comenzaba a caminar desde sus palacios que eran donde ahora está fundado el convento de San Agustín, con tanto espació y flema, que no habiendo de una parte a la otra más que hasta tres tiros de escopeta, gastaba tres días enteros en el viaje, otros tres estaba en el oratorio y capilla del templo, y en otros tantos volvía a sus reales casas. Quiso sublimizar la fabrica de este templo en honra de su padre y poniéndolo en efecto, mandó que le trajesen de diversas partes gruesos y valientes mármoles. Llegaron al sitio con tres de ellos, como hoy se ven, aunque dicen nunca vieron la cara de los que los traían, por llegar con ellos de noche, de donde coligen eran también demonios los oficiales; otros dos se ven en el camino de Ramiriquí y otros dos en Moniquirá, que no llegaron al sitio como ni la fabrica a ponerse en ejecución, porque cuando ya estaba en estado de eso, era en tiempo en que ya los españoles estaban poblados en Santa marta. Y así, conjeturando el Goranchacha que también llegarían a descubrir y conquistar aquella tierra, hizo un día juntar toda su gente y por su pregonero, a quien ponían muchas mantas en rollo dejando en medio, hueco donde entrase la cola que tenía, que era como de León, y se sentase. Les hizo una larga charla en que les adivino había de venir una gente fuerte y feroz, que los había de maltratar y afligir con sujeciones y trabajos, y despidiéndose de ellos diciendo que se iba por no verlos padecer y que después de muchos años volvería a verlos , se entró en su cercado, y nunca más lo vieron. El pregonero, por desengañar más claras muestras de quien era, delante de todos dio un estallido y se convirtió en humo hediondo, que fue la ultima despedida.
En lugar de Goranchacha eligieron después por cacique, por haberse perdido en la susesión, a uno que llamaban (Que)-Munchatocha, a quien hallaron los españoles y de quien ya hemos tratado.
Los españoles llegaron a la sabana.
Encontrando un desconcierto total. Es posible que Los Omegua (regentes verdaderos de los pueblos Muísca), hubieran optado por la misma estrategia final del Chacha, retirada y liberación, eso explicaría la proliferación de dictaduras, la de este Chacha que muda el ancestral reino de Ramiriquí y la de Nemequene el de Guatavita.
La llegada de Cristóbal Colón a las bocas del Orinoco y el inmediato arribo de los Guerra, Ojeda y demás armadas que abatieron las costas de Venezuela y Colombia, coinciden con las primeras muestras de desajuste de los pueblos de dialecto chibcha.
Para continuar dirijase a: Conclusión |
Index de: El Dorado tras la cultura Omegua.
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